FECHAS: Del 10 al 12 de octubre 2014
Con esta ruta disfrutaremos del otoño en Gredos: del olor a tierra mojada, de los colores ocres, verdes, rojos, amarillos que lo inundan todo, de esa luz con halo mágico que invita a soñar…
RECORRIDO:
Día 1- LLEGADA A HOYOS DEL ESPINO
Reunión de los participantes en Hoyos del Espino (Ávila), punto de partida de la ruta.
Cena y alojamiento en Hotel rural Cuarto de Milla
Día 2 -PUERTO DEL PICO – HOYOCASERO
Siguiendo el cordel, utilizado por innumerables generaciones de ganaderos para realizar la trashumancia, llegaremos hasta el Puerto del Pico, frontera natural en la provincia de Ávila entre la parte sur de la sierra de Gredos y la parte norte. En el puerto del pico podremos contemplar los restos de la calzada romana que lo recorre.
Comeremos en una de las ventas que jalonan la ribera del río Alberche y reemprenderemos la marcha hacia Hoyocasero. Recorreremos una de sus joyas, el pinar, reserva de innumerables especies endémicas de flora silvestre y de donde algunos dicen salio la madera para hacer las carabelas de Cristóbal Colon.
Cena y alojamiento en el centro de turismo rural La Vieja Usanza.
Día 3 – HOYOCASERO – HOYOS DEL ESPINO
Desde Hoyocasero y por la ribera del Alberche nos dirigiremos hacia la Cueva del Maragato, legendario bandido que tenía por estos parajes su refugio.
Desde allí subiremos a Navalsauz para emprender luego camino hacia Navadijos.
Navalsauz es una pedanía de San Martín del Pimpollar, un bello municipio ganadero abundante en ríos y verdes praderas que, en invierno, quedan cubiertas de nieve. Su filiación con Ruben Darío se sitúa casi en el terreno de la intrahistoria y hay que buscarla en una lápida situada sobre la puerta de entrada de una vivienda de doble planta donde reza: «Fue aquí donde Francisca Sánchez guardó durante cuarenta años el archivo de Rubén Darío».
Para comer, siempre que el tiempo lo permita, degustaremos alguna de las afamadas comidas camperas de Rafa.
Llegaremos a Hoyos con la luz del atardecer pintando el circo de Gredos que nos recibe imponente en nuestra vuelta al valle del Tormes.
